A ritmo de swing: los beneficios de practicar al Golf
31.07.2015 20:05
- Beneficios para el cuerpo... Durante un partido se recorren, entre greens y búnkers de arena, una media de entre siete y 10 kilómetros con suaves pendientes, por lo que es un gran aliado cardiovascular: regula la presión arterial y contribuye a mantener los triglicéridos y el colesterol a raya. Además, sus movimientos tonifican la musculatura de brazos, espalda, tórax, abdominales y lumbares. ¿Más virtudes? En un recorrido de nueve hoyos se queman unas 400 calorías (más de 700 si lo haces a pie y cargas con tu bolsa de palos). Y como se practica al aire libre contribuye a una mejor oxigenación de la sangre y ayuda al organismo a sintetizar la vitamina D.
- ... y la mente. El golf requiere de una gran concentración, mucha disciplina y una elevada capacidad de análisis, que es infalible para desconectar de otras preocupaciones y pondrá a prueba tus neuronas. Además como todo ejercicio al aire libre, estimula el buen ánimo y tiene efectos antidepresivos.
- Su punto fuerte. Es una actividad relajada y agradable, perfecta para “enganchar” a alérgicos al deporte en general y al gimnasio en particular. Su ritmo estable, escaso impacto en huesos y articulaciones, y las asequibles exigencias físicas que requiere lo hacen altamente recomendable, incluso, para personas de edad avanzada. También es una excelente opción para aquellos que tengan problemas cardíacos o del sistema músculo esquelético, porque es un deporte dinámico, pero al mismo tiempo de baja intensidad.
- Sus debilidades. No requiere una excelente forma física, pero una mala técnica o una postura inadecuada pueden acarrear lesiones. Lumbalgia, hernia discal, epitrocleiti (o codo de golfista), lesiones de espalda o de cadera... Para evitarlo, lo mejor es que te inicies en este deporte con la ayuda de un profesor. Alcanzar cierta pericia con los palos requiere tiempo y dedicación.
- Frecuencia. Caminar (el ejercicio ideal y sin contraindicaciones) es la base de este deporte, por eso, siempre que se realice correctamente, no existen límites para su práctica. Sin embargo, conviene compensar el esfuerzo al que los continuos giros someten a la espalda, con un día a la semana de natación.